La fofucha de esta semana es muy especial porque, aunque todas lo son, esta representa a mi tía Marian, la hermana pequeña de mi madre, que hace un año estaba así de embarazada. La fofucha se la regaló mi madre junto a la tradicional cesta en septiembre del año pasado. La cesta la dejo para otro día porque creo que la fofucha necesita un post propio para ella sola.
Antes de nada os presento. Esta es mi tía el día de la inauguración del taller junto a su hijo mayor Dani. El pobre Dani sale muy oscuro así que os dejo otra fotico suya en la que se aprecia la alegría y desparpajo de este niño que, creemos, será el futuro de la música de este país.


La pequeña dentro de la barriguilla de mi tía es Carlota y, como todos los bebes, cuanto más crece más adorable está. Le queda alrededor de un mes para cumplir el año y no puede estar más simpática.



Y aquí os presento al papá Carlillos, el hombre más currante que conozco. Un tipo estupendoso que se desvive por su familia. ¡Ayyy pero cómo le queremos!

Después de todas las presentaciones os enseño la fofucha que aún adorna la casa de mi tía.
La carita, por supuesto, la dibujó mi hermana. Ojos cuadrados con brillos, colorete rosita y cara de mujer embarazada feliz. Mi hermana y mi madre tienen ahora otra técnica para hacer el pelo, pero esta coleta funciona muy bien ya que el flequillo va por encima de la unión del pelo con la cabeza y le han incluido algunos mechones despeinados.
La bariguita está hecha con la mitad de una bola de porexpan y, si os fijáis, el cuerpo está ligeramente inclinado hacia atrás para simular la postura de las embarazadas.
Mi madre incluyó detalles de tela para darle ese toque especial al vestido y lazos en la coleta y en los zapatos.
Al césped tampoco le faltan detalles: flores, una mariquita, una mariposa… Y no podía faltar algún complemento como en todas nuestras fofuchas. Esta vez, una tobillera.