Empezamos la semana como no podía ser de otra manera: recordando el fin de semana tan especial que hemos tenido con nuestro curso monográfico de fofuchas.
Era el primero que hacíamos y la verdad es que fue un éxito. Ocho alumnas atendidas por dos superprofes (mis maravillosas madre y hermana) acabaron llevándose a casa una fofucha hecha por ellas mismas. Ninguna había hecho una fofucha antes y hay que confesar que tenían mucho talento porque todas quedaron preciosas.
Al principio decían que qué fácil eso de hacer muñecas de gomaeva, pero una vez se pusieron descubrieron que había mucho más detrás de aquello y que cada maestrilo tiene su librillo. Una vez aprendida la técnica aquello fue todo «coser y cantar» aunque hubo otro momento de pánico a la hora de ponerse a pintar, se solucionó rápidamente con los consejos de mi hermana.
Todas decían que no iban a ser capaces y ¡solo hay que ver el resultado!
Pero lo mejor de todo no fue que acabaran con las fofuchas tan bonitas que acabaron, sino que pasamos una tarde estupenda, entre risas, cafés, pastas y aprendiendo mucho, mucho.
Esperamos poder hacer un nuevo curso de fin de semana prontito. Así que os esperamos.
¡Repetiremos!